Ir al contenido principal

Te busco pero no me encuentro

Me perdí en el mar buscando el azul de tu mirada. Me perdí en el sol buscando el calor que tu corazón irradiaba. Me perdí en un tumulto de gente buscando los sentimientos que prometiste sentir. Me perdí en la noche buscando el amor que un día me diste. Me perdí en mí mismo buscándote a ti. Y es que creí que tú estabas hecho para mí, que tú y yo éramos inseparables, que un yo sin ti y un tú sin mi era un sin sentido. Creí en tus falsos para siempre y que tal vez los cuentos de príncipes y princesas estaban basados en hechos reales. Creí en finales felices sin esperar un punto y final para nuestra historia, que lo nuestro era mágico sin necesidad de trucos. Busco entre las piedras las lágrimas que derramé por ti, busco en mi baúl de recuerdos tus palabras disfrazadas. Busco a través de fotografías los besos que me regalabas, busco en mi almohada consuelo sustituyendo los abrazos que me obsequiabas.  A día de hoy me busco a mí mismo, pero déjame decirte cariño que te llevaste de m

No elegí amarte


Siempre pensé que el amor podía llegar a ser el sentimiento más maravilloso del mundo, hasta que te conocí. Un chico con novia, ¿como podía ser tan imbécil de enamorarme de alguien así? Lo peor de todo, yo no elegí amarte, pero lo hice. Me conformé con ser tu mejor amiga, la que siempre te ayudaba a aprobar los exámenes, la que siempre era el pañuelo de tus lágrimas cuando discutías con tu novia, la que siempre te acompañaba a casa aunque tuviese que desviarse 15 minutos de su casa...


No pude evitar no enamorarme de ti: como me mirabas, como me hablabas, como me sonreías, como me abrazabas... tu lenguaje corporal parecía decirme que cuando estabas conmigo era como si tu novia no existiese, y así lo era para mi. Cuando estábamos juntos intentaba olvidar que ella existía, intentaba que solo fuéramos tú y yo, un par de amigos con la esperanza de llegar a ser algo más algún día. La esperanza no hace daño a nadie, o eso dicen, porqué a mi me destruyó por completo.

No pude evitar enamorarme del reflejo de tus ojos cuando me observabas, de tu sonrisa sincera cada vez que nos reencontrábamos, de esos besos cariñosos que me dabas en la mejilla que sabían a algo más que eso. No pude evitar darlo todo por ti: nos veíamos cada día después de clase por el simple hecho de la compañía que nos hacíamos, y aunque mis notas escolares bajaron, no me importó; cada vez que tu novia no te podía acompañar a algún acontecimiento importante ahí estaba yo, aunque tuviese que cancelar alguno de mis planes; cada vez que me pedías lo que fuese yo movía cielo, mar y tierra solo por hacerte feliz. aunque eso pudiese afectarme a mi.


Con el tiempo me di cuenta de que me estaba autodestruyendo, tú y yo... eso ya no era una opción. En verdad, nunca lo había sido, aunque me quiera engañar. Solo pensaba en ti, en lo que tú necesitabas, en que tú fueses feliz. Pero, ¿que pasaba conmigo? ¿Acaso yo era feliz así? Al principio sí, no lo voy a negar, pero ya no. Poco a poco voy abriendo los ojos, como Bella Durmiente de su largo letargo. No sé si tú alguna vez has sabido o sabes que me gustas, que te quiero, que te amo. Pero lo que si sé es que te has estado aprovechando de mi, o al menos yo lo he permitido. He sido tan tonta... Y aún siendo tan amigos, ¿todo lo que yo he hecho por ti es normal entre mejores amigos? No, obviamente. ¿Y que he recibido a cambio? Una sincera amistad, cierto, pero jamás hiciste por mi la mitad que yo por ti.

No volverás a verme. Hoy es nuestro último día de instituto y he decidido no volver a verte. No porque haya dejado de amarte, si no porque no quiero más sufrimiento y porque... yo no elegí amarte.


Comentarios