Ir al contenido principal

Te busco pero no me encuentro

Me perdí en el mar buscando el azul de tu mirada. Me perdí en el sol buscando el calor que tu corazón irradiaba. Me perdí en un tumulto de gente buscando los sentimientos que prometiste sentir. Me perdí en la noche buscando el amor que un día me diste. Me perdí en mí mismo buscándote a ti. Y es que creí que tú estabas hecho para mí, que tú y yo éramos inseparables, que un yo sin ti y un tú sin mi era un sin sentido. Creí en tus falsos para siempre y que tal vez los cuentos de príncipes y princesas estaban basados en hechos reales. Creí en finales felices sin esperar un punto y final para nuestra historia, que lo nuestro era mágico sin necesidad de trucos. Busco entre las piedras las lágrimas que derramé por ti, busco en mi baúl de recuerdos tus palabras disfrazadas. Busco a través de fotografías los besos que me regalabas, busco en mi almohada consuelo sustituyendo los abrazos que me obsequiabas.  A día de hoy me busco a mí mismo, pero déjame decirte cariño que te llevaste de m

Reemplazando al irreemplazable amor de mi vida


Nuestro amor fue una historia de locos. Yo con la cabeza llena de pájaros, tú tan maduro. Yo tan dicharachera, tú tan serio. Yo tan blanco, tú tan negro. Nuestro amor fue de los que son tan ardientes que su destino es consumirse, y así fue. Nuestro amor tuvo un punto y final, algo que jamás olvidaré, igual que a ti, después de varios años y aún no te he sacado de mi cabeza. Sé que tú a mi sí, y sé que has encontrado a otra persona, pero quiero decirte todo lo que sentí y aún siento por ti.

Te amé como jamás he amado a nadie. Te entregué todo de mi: mi confianza, mi amor, mi sinceridad, mi corazón, todo mi ser... Echo de menos cada sonrisa que me dedicabas, cada beso que me dabas, cada caricia que le regalabas a mi cuerpo. Echo de menos cuando me traías el café ardiendo a la cama, cuando recorrías toda mi espalda con las yemas de tus dedos hasta quedarme dormida, cuando me contabas cuentos porque no podía dormir. Echo de menos nuestros viajes, nuestras fotografías, nuestras partidas de ping pong, nuestros recuerdos...


Aún recuerdo nuestros besos bajo la lluvia, las veces que subíamos a la terraza a cantar u observar las estrellas hasta las tantas de la madrugada, las veces que llorábamos cuando nos despedíamos, las veces que nos decíamos que nuestro amor era eterno en la playa donde nos conocimos... A veces creo oler el aroma de tu pelo, el de tu gel de ducha, el de tu piel cuando me rozabas o, simplemente, el de tu ropa cuando te la cogía prestada.

Hoy estoy sentada en la cálida arena de la playa donde nos vimos por primera vez, recordando todo lo que vivimos. Es increíble la de recuerdos que caben en una única lágrima deslizándose por mi mejilla. Me encuentro observando al horizonte, preguntándome que hacer con mi vida. Preguntándome si él conseguirá sustituirte, preguntándome si realmente le quiero o solo estoy con él para olvidarte de una vez por todas, preguntándome si algún día él conseguirá hacerme sentir lo mismo que o superarte. Porque aunque yo también haya encontrado a otra persona, jamás seré capaz de olvidarte, NUNCA.


Comentarios